Story - Women Of Almere
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Naci en Santiago de Leon de Caracas. Venezuela, en 1965. Hermosa ciudad rodeada por la cordillera de la costa que separa el mar Caribe de Caracas. La montaña se llama El Avila y es hermosa e imponente con su color verde convirtiendose asi en el pulmon de la ciudad. Tengo recuerdos maravillosos de mi niñez andando por las calles de la mano de mi madre . Caracas es magica de día y de noche. Es moderna y a la vez se nota un aire colonial influenciado por la aquitectura española e italiana.
Vengo de una familia pequena y tengo dos hermanos que aun estan en Venezuela. Somos descendientes de Espanoles que emigraron de Tenerife. Venezuela siempre ha sido un pais muy abierto a recibir personas de otros paises en especial italiana , portuguesa quienes después de la segunda guerra mundial buscaron regugio en mi país.
En mi adoslescencia nos mudamos a un pueblo llamodo Los Teques donde estudie mi secundaria y donde tengo hermosos recuerdos con mis amigos. Siempre hacia frio y habia neblina, asi que comiamos churros con chocolate caliente, dulce típico de la región herencia española.
Tuve la fortuna de estudiar docencia en la universidad UPEL de Maracay y de trabajar de maestra en el International College de donde nacio la idea de vivir en el extranjero y conocer otras culturas.
Me mude a la Isla de Bonaire en el Caribe Holandes por el ano 1991 donde trabaje en el consulado de Venezuela y donde conoci a mi esposo. La vida de la isla me encato, rodeada del mar Caribe tal azul y cristalino. Aprendi submarinismo y a montar bicicleta. Mi estancia se extendio por 10 años y allí nacieron mis dos hijos. En el 2001 decidimos mudarnos a los Paises Bajos para darle mejores oportunidades de estudio a nuestros hijos. Por fortuna dio buen resultado para su educacion. Llegamos a Almere Stad a vivir, por consejo de mi suegra, quien vivía en Soes pero había dabía que esta ciudad era nueva y casas con grandes espacios. No me fue dificil acoplarme ya que estaba acostumbrada a vivir en casas amplias. Ella penso que era bueno para nosotros porque era una ciudad joven y grande. Y tenia razon porque a mi me encanta Almere.
Mi primera impresion de los Paises Bajos fue ver la naturaleza con sus paisajes tan diferentes a Venezuela; por ejemplo hecho que todo el país es plano. LLegue en el verano y todo estaba verde y veia las vacas comer pasto desde la autopista. Viniendo de una república, me fascino que tuvieran una reina; la Reina Beatriz. Me parecia como de cuento de hadas.
Viniendo de una isla a una ciudad el contraste fué grande. En Bonaire vestía solamente shorts y ropa liviana, aqui tuve que comprar ropa de invierno y acostumbrarme al cambio de las 4 estaciones.
La gente siempre ha sido muy amable. Sin embargo mi gran choque cultural fue ir de compras a la panaderia en Almere y escuchar solo ‘buenos días’. En Venezuela las panaderías son los lugares donde uno conversaba con la gente aun sin conocerla.
En los 20 años que he vivido en esta ciudad, he visto muchos cambios. Por ejemplo: la infraestructura en la cual han construido muchas casas y edificios. Lamento que han desaparecido muchos árboles y áreas verdes que existían en Almere Stad. El busban tenía una isla de árboles y enfrente del stadhuis habían muchos árboles que lo sustituyeron por cemento. A mi me hubieran dejado Almere como estaba; más verde que ahora! Esa fue la razón por la cual me mudé al ‘faunabuurt’ en Almere Buiten por sus áreas verdes.
Como latina me gusta reunirme con gente que comparte mis raices y costumbres. Con mi grupo de amigos y conocidos latinos nos reunimos a cocinar, platicar, oir música, a bailar compartiendo no solo momentos alegres sino tristes. Un grupo de apoyo que nos une el idioma y cultura. Asimismo y por suerte, amigos míos de Bonaire tambien se mudaron a Holanda.
Desde pequena me gusto la pintura y las manualidades. Ahora con tengo mas tiempo disponible ya que mis hijos crecieron, puedo dedicarme a pintar en óleos y a ensenar la técnica a las nuevas generaciones.
Me siento holandesa por dentro sin dejar ciertas costumbres venezolanas ya que despues de 20 anos de vivir aqui me acostumbré a la forma de vivir tan organizada que ofrece este pais. Aprendi holandes en un curso gratuito y obligatorio del ROC por dos anos y siendo algo muy provechoso para mí. Ahora uso ese conocimiento obtenido del idioma y lo practico en mi trabajo y con la gente que me rodea. Por supuesto sin dejar siempre de hablar mi idioma natal, el español, con mis hijos y amigos.
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Authors
Fotos, Entrevista y Texto: | Lyla Carrillo - van der Kaaden |
Revisión de Texto: | Babette Rondón |
Fotostudio website: | www.101studio.nl |