Ecuador debe su nombre a que la línea que divide los dos hemisferios norte y sur del planeta pasa muy cerca de su ciudad capital, Quito. Fue en mi país donde Darwin desarrolló algunas de sus investigaciones y donde se encuentra la “latitud cero”. 

El país se divide en cuatro zonas: la región de la Sierra o Andina, de la Costa, Amazónica y las Islas Galápagos.  “Buena Fé” se llama el pueblo donde nací ubicado muy cerca de “Guayaquil”, puerto principal del Ecuador. Mi pueblo es parte de la región costera que es principalmente agrícola y donde se cultiva mucho cacao, soya, maíz, arroz, café y banano. 

Me gustó siempre ser independiente y empresaria. Tenía un mini supermercado, el cual atendía mientras estudiaba Administración de Empresas en la Universidad de Quevedo, la más cercana a mi pueblo.  En el 2007 emigré a Bruselas como estudiante, quería seguir estudiando y había decidido seguir Mercadotecnia. 

En mis primeros meses en Bélgica traté de aprender el idioma Flamenco, el cual me costó mucho y no me gustó. Así que decidí estudiar el Francés y logré terminar mi carrera en ese idioma. Bélgica es un país bonito, que me dio la oportunidad no solo de estudiar sino también de trabajar, pero mi vida social era limitada, no tenía mucha afinidad con la gente de ese país y personalmente pienso que son cerrados. Por lo menos esa fue mi experiencia.

En el 2011 conocí a mi actual esposo holandés y un tiempo después me mudé con él a Rotterdam. Quedé embarazada (2013) y por eso buscamos para vivir un lugar más grande y adecuado para el bebé. Por recomendaciones de un amigo que vive en Almere llegamos a conocer esta ciudad. Nunca antes había oído de ella. Me gustó por su tranquilidad y porque había mucha naturaleza.
 
En diciembre de ese año compramos nuestra casa. Era el segundo proyecto del barrio “Nobelhorst” . Sólo estaba el  “Melkfabriek”, que son apartamentos para alquiler, el “Buurtschuur” que sirve de salón comunal o para hacer actividades o fiestas y 6 casas detrás de donde estaba nuestro proyecto. Un año más tarde nos entregaron las llaves y nos mudamos. Soy una de las residentes más antiguas del barrio. Al mudarme, no había buses, comercio, ni calles pavimentadas; sólo arena! Ahora, 5 años después, hay escuelas, doctores, fisioterapeutas, restaurantes, guarderías, transporte público y somos más de 1500 habitantes.

Estoy muy contenta donde vivo. Tengo excelentes vecinos con los cuales tenemos lazos estrechos. No sólo a través del apoyo que nos hemos brindamos, desde el momento en que nos mudamos, sino porque hacemos vida social. Imagínate mi situación recién llegada a Almere:  hablaba poco el idioma, con un hijo pequeño, mi esposo trabajando tiempo completo y yo aún no tenía carnet de conducir. Se me complicaba mucho ir al instituto a tomar clases del idioma y decidí aprenderlo desde casa y con la ayuda de mi esposo. 

A finales del 2016 empecé mi empresa de decoración con globos “Happy Balloon Day”  y ya todos en mi barrio me conocen como la “chica ecuatoriana de los globos”.